La entrada de una marca en las redes sociales también trae el miedo a que la pérdida del control sobre la misma y la aparición de las voces de terceros y sobretodo de consumidores inconformistas hagan mella en la reputación corporativa.
Siguiendo estos atávicos medios de los profesionales del sector, la revista Mashable, recomienda que en primer lugar, tener una política definida, pautada en torno a estos temas, para no dejar todo a la imprecisión del momento.
En segundo lugar es importante tener un plan de crecimiento en torno a la red social que se elige, ya que los dolores provocados por el crecimiento de la comunidad pueden terminar rompiendo la baraja.
Sin embargo, el mejor consejo que se puede dar a los pioneros en la red 2.0 es prepararse para lo peor, pero esperar lo mejor, ya que las relaciones que se establecen con los clientes en un entorno de diálogo, fortalecen con diferencia a la marca.
En cuarto lugar es importante responder de forma rápida, personal y directa en caso de cualquier imprevisto, problema o de consultas que vayan surgiendo al calor de la conversación, ya que las redes sociales son eso, conversaciones.
Por último es importante dejar de lado el esquema de buscar un culpable ante un problema, sino que si se encuentran dificultades, lo importante es intentar superarlas e informar a los consumidores del proceso.
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